Uno de los problemas que se observan en forma cotidiana es el desperdicio de energía, ya sea por el ineficiente uso que se hace de ella, por no llevar un adecuado control de los usos a que se destina, o simplemente por descuido o falta de conocimientos acerca de lo que es y como se lleva adelante un programa de empleo racional de las distintas formas de la misma.
Actualmente esto está pasando a tomar verdadera importancia, ya que nos afecta de dos formas, para empezar tenemos que la mayor parte de la energía que se consume no se genera por métodos limpios, esto origina una contaminación directa del medio ambiente, de la cual todos los consumidores somos responsables, pero también debemos observar que seremos los que a la larga pagaremos los costos para remediar los daños producidos, los cuales , llegado el caso, no van a ser menores.
La otra forma en que nos afecta es mucho más cuantificable y remediable a corto plazo, y está dada por los mayores costos que pagamos por el uso de la energía consumida en exceso, el ejemplo típico es la lámpara que dejamos encendida cuando salimos de una habitación.
Pero ocurre que en general, ya sea en una vivienda o en una empresa, no se trata de una lamparitas, generalmente son varias, o, varios cientos.
En la industria el empleo racional de la energía (entendiendo como tal las diferentes formas de ésta ) pasa a ser no ya una causa ecológica , sino un diferencial de costos que puede incidir sobre la competitividad de la producción.
Por otra parte, y sumado a los beneficios que una actitud de éste tipo traerá al medio ambiente, está el beneficio extra que puede brindar a la imagen institucional de la empresa una actitud de éste tipo.
SOLCRAM brinda como servicio el relevamiento de instalaciones , en el mismo se evalúan los consumos y rendimientos en cuanto a electricidad, gas y agua, en sus distintas formas de uso, (calefacción, iluminación, procesos, etc.), realiza la propuesta de un plan para el empleo racional de las energías, dentro del cual se incluyen las sugerencias de modificaciones, ya sean físicas o metodológicas, y se cuantifican los ahorros que se producirían, se entregan los costos estimativos de las reformas, un cronograma de implementación, y el cálculo del retorno de la inversión.
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